La Reliquia de Madre Carmen en la Parroquia San Antonio de Badalona

martes, 1 de mayo de 2012

El domingo 25 de marzo de 2012, V de Cuaresma, la Hermandad del Santísimo Cristo Redentor y Nuestra Señora de la Soledad establecida en la Parroquia San Antonio de Badalona recibió agradecido el poder venerar a nuestra querida Madre Carmen. 

Algunos sacerdotes y parroquianos la conocían, otros de los presentes vivieron gozosos el encuentro. Todos los fieles reunidos en la Eucaristía de las seis de la tarde acogían piadosos su reliquia.

Días atrás el hermano mayor, Manuel Martínez Ballesteros, acudió a la Casa de Tiana para tratar sobre el acto con la Madre María Rosario Lanz. En la tarde del domingo, al acercarse la hora de la Eucaristía, nos fuimos encontrando una treintena de hermanas de nuestras seis casas en la provincia de Barcelona.

La acogida de los cofrades, el espacio reservado, los saludos cordiales de los sacerdotes celebrantes antes de revestirse, la cercanía del pueblo, evidenciaban la complacencia de todos al recibirnos. Junto a nosotras, miembros de nuestro Movimiento Paz y Bien, familias, alumnos del Niño Dios, usuarios del Taller Ocupacional de Tiana y el coro de niños y adultos del Colegio San José de Mataró.

Con la Eucaristía concelebrada, presidida por Monseñor González Agápito, la Hermandad llegaba al pórtico de la Semana Santa. El coro de nuestro colegio acompañó toda la ceremonia.

En la homilía el sacerdote resaltó la cercanía de los concelebrantes, bien a los cofrades, bien a nuestra Congregación; entre ellos se encontraba uno de los actuales capellanes de nuestra Residencia San José, de él mismo explicó que a los cuatro años había sido alumno del Colegio Sagrado Corazón de Mataró.

Las hermanas Paulina Sanfelices y María Ángeles Moles abrían la procesión de ofrendas, la cerraba la madre Isabel Ancheta portando la reliquia de la Beata Carmen del Niño Jesús en un bello relicario.

Antes de despedir a la asamblea la Hermandad presentó el cartel de la Semana Santa e impuso la medalla propia a nuevos cofrades: adultos algunos, jóvenes otros y, junto a ellos, un grupo de niños y de bebés, incluido unos mellizos recién nacidos; entre todos formaban una larga lista. El hermano mayor, al imponer la medalla cofrade a cada uno de los nenes, con satisfacción lo levantaba en alto y abundantes y cariñosos aplausos lo arropaba, gesto que nos hacía recordar la alabanza de los niños y de los más pequeños” (Ps. 8,3).


La música cofrade mostró arte y hermandad por medio de la banda de una de las cofradías de Mataró. El conjunto entró con ritmo y música procesional en la iglesia, al pie del presbiterio interpretó varias de las marchas de Semana Santa.

Agradecido, el hermano mayor de la cofradía anfitriona, hizo entrega de imágenes y medalla de la Hermandad bellamente enmarcados. Así correspondía con varios de los participantes en el acto. Uno de aquellos cuadros estaba destinado a nuestra Congregación en la persona de la Madre General. Explicó públicamente, con elogios, la admiración que ella le mereció por su acogida y por su generosidad, cuando él visitó la Casa de Antequera y tímidamente se atrevía a pedir una reliquia de Madre Carmen: la Madre Inmaculada Ríos, dijo, “es un ángel”.

Madre M.ª Rosario Lanz recibió el obsequio para enviarlo a la Casa General, e invitada por el hermano, dirigió unas palabras a la asamblea: agradeció, presentó la figura de la Madre Carmen y nuestra Congregación, e indicó que este acto precedía al inicio de la gozosa celebración de los 125 años de la llegada de Madre Carmen y nuestro Instituto a Cataluña. 

Como colofón los presentes veneramos la reliquia de nuestra Madre y participamos en el besamanos a las imágenes del “Santísimo Cristo Redentor” yacente y de “Nuestra Señora de la Soledad” que dan nombre a la Hermandad. Durante toda la celebración estas imágenes estuvieron presentes al pie del lado derecho del presbiterio, un cuadro de Madre Carmen y su reliquia a la izquierda.

Antes de despedirnos, junto a la Madre, nos hicimos unas fotos. Algo nuestro se quedaba allí, algo sumamente preciado. El hermano mayor manifestó que velarían con esmero por aquella reliquia que se venerará en la capilla que la fraternidad tiene en la parroquia; algunos hermanos manifestaban su deseo de conocer más a nuestra Beata, imitarla e pedir su intercesión, les dejamos “Hojas Informativas” y estampas.


Tras compartir la fe con el piadoso y sencillo pueblo de Dios, regresamos gozosas. Si un día hace 125 años nuestros Fundadores nos trajeron hasta aquí, hoy desde este lugar, como en tantos otros, se nos pide el testimonio de nuestra vida consagrada y nuestra entrega sencilla: participación evangelizadora de la Iglesia universal.

La Beata Carmen del Niño Jesús, nuestra querida Madre, desde el cielo, “desde donde mira” nos ayude a extender “por esos mundos el conocimiento y el amor de Dios”.

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1 Comentario:

Mariaisabel dijo...

Muchas felicidades por esos 125 años y enhorabuena por la magnífica labor realizada.
Que Dios bendiga a todas las hermanas!
Saludos Mariaisabel

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